Significado.
La terminología, procede de la pablara “drunk”, significa beber en inglés, y “orexia” falta de apetito.
¿De qué trata?
Las personas que sufren este trastorno, dejan de comer sólido para ingerir solo bebida, pero no hablamos de agua ni de zumos, sino que nos referimos a alcohol, con lo que el peligro para nuestro organismo es mayor.
¿A quién afecta?
Afecta más a las chicas, pero sobre todo se está propagando en los jóvenes, estos, dejan de consumir alimentos para poder consumir alcohol en cantidades abundantes. Los adolescentes, conocen las calorías que aporta el alcohol, con lo que prefieren disminuir sus alimentos diarios para pasar fines de semana enteros bebiendo, sin tener en cuenta lo peligroso que puede ser esto.
¿Cuáles son los signos para poder detectarlo?
- No realiza las comidas en familia ni en grupos de amigos
- Bajada de peso muy importante en poco tiempo
- Carácter un tanto agresivo o “cambiante”
- Sale más de lo que debería ,se siente muy disperso
- Olor a alcohol constantemente.
¿Cómo afecta?
Hay que tener en cuenta, que una cerveza puede contener 110 calorías o un combinado con bebidas gaseosas hasta 210 calorías según la forma de combinarlos, con lo que los jóvenes y, sobre todo las chicas, prefieren optar por estos antes que un buen plato de comida. Esto es muy peligroso, pues el hígado femenino sufre mucho más que el del hombre. Esto es debido a que la sangre del hombre puede absorber más rápidamente el alcohol que el de una mujer.
Algunas consideraciones.
Es muy difícil detectar este trastorno, por ello, es necesario darlo a conocer entre nosotros, pues cada día más se está difundiendo entre nuestra sociedad y sobre todo en los adolescentes, en colegios y en institutos, donde las quedadas son cada vez mayores para llevar a cabo estas conductas.
El papel del deporte y la ayuda profesional.
Como otros trastornos, ya sea anorexia o vigorexia, está ligada a personas cuyos niveles nutricionales son muy bajos, lo que puede causar anemia, falta de hierro u otras enfermedades a largo plazo, pudiendo llegar a la desnutrición severa e incluso a problemas hepáticos muy graves.
En el tratamiento de este trastorno, es necesario que intervengan muchos profesionales, entre ellos ,será necesario un psicólogo pues las secuelas a nivel psíquico son grandes pero también y sobre todo, será necesaria la ayuda de un nutricionista y un entrenador personal. Estos, nos podrán orientar acerca de la dieta equilibrada y a darnos los consejos necesarios para retomar las pautas habituales de vida. Nos llevaran un seguimiento y una planificación, que al fin y al cabo, es lo que la persona necesitará, estar muy controlado para evitar futuras recaídas.
Recordemos, que la labor de los psicólogos, y muchas veces los médicos, no es más que suplir esos momentos de necesidad de ingerir alcohol, en este caso, por otras conductas como el deporte, que liberas endorfinas y que mantiene al organismo en una enorme sensación de bienestar, supliendo por tanto el síndrome de abstinencia y motivándote a cuidar de tu cuerpo y sentirte mejor. Esto provocará que te sientas más hambriento después de hacer ejercicio físico, y vayas abriendo caminos a una vida más saludable, dejando al lado sustancias nocivas como el alcohol.