
La conveniencia, o no, de hacer ejercicio tras un trasplante de corazón, es una duda que surge en las personas que han pasado por este tipo de operaciones.
Como vamos a ver en este artículo, ejercicio y trasplante de corazón no son incompatibles, sino que es algo recomendable.
Cada vez es más habitual que los entrenadores personales reciban solicitudes de personas con condiciones médicas particulares, como cardiopatías, enfermedades metabólicas, y también trasplantados de corazón.
Este tipo de clientes no solo busca mejorar su estado físico, sino también recuperar autonomía, funcionalidad y calidad de vida.
Por eso, es necesario que los profesionales del entrenamiento estén formados adecuadamente para trabajar con poblaciones especiales.
Tener conocimientos en fisiopatología cardíaca, rehabilitación, y criterios de adaptación del ejercicio es necesario para crear programas válidos y seguros.
En este artículo vamos a ver si se puede hacer deporte y ejercicio después de un trasplante de corazón, qué tipo de ejercicio es adecuado, beneficios y contraindicaciones.
¿Qué es un trasplante cardíaco y por qué se hace?
Un trasplante cardíaco, o de corazón, es una intervención quirúrgica en la que se sustituye un corazón enfermo por uno sano, que viene de un donante fallecido.
Es una operación importante y compleja.
Después de ella, una persona trasplantada que sigue correctamente su tratamiento y cuida su estilo de vida puede llevar una vida normal y activa durante muchos años.
Causas que pueden llevar a un trasplante de corazón
El trasplante cardíaco se realiza principalmente en casos de insuficiencia cardíaca en fase avanzada, cuando el corazón ya no puede bombear sangre de forma adecuada con tratamientos habituales.
Las situaciones que pueden llevar a un trasplante de corazón son:
- Miocardiopatía dilatada
Es una enfermedad del corazón que debilita su capacidad de contracción. - Cardiopatía isquémica grave
Es el resultado de infartos producidos anteriormente que han dañado el tejido cardíaco. - Miocardiopatía hipertensiva o restrictiva
El corazón se vuelve rígido o engrosado, dificultando su funcionamiento normal. - Cardiopatías congénitas complejas
Malformaciones que aparecen desde el nacimiento que no pueden corregirse con otras cirugías. - Rechazo de un trasplante anterior
Siendo casos menos frecuentes.
¿Se puede hacer ejercicio físico después del trasplante de corazón?
Esta es una duda muy habitual en personas trasplantadas, y la respuesta es que sí se puede, y además es recomendable hacer ejercicio, siempre bajo supervisión médica y siguiendo un plan adecuado, adaptado al estado de cada cliente.
Beneficios del ejercicio en trasplante de corazón
El ejercicio físico después de un trasplante de corazón es una herramienta importante para mejorar la recuperación, funcionalidad y calidad de vida de una persona.
Los beneficios que tiene la actividad física en trasplantados son los siguientes:
Mejora la capacidad funcional y la calidad de vida
Las personas trasplantadas suelen tener una capacidad funcional reducida comparado con personas sanas de la misma edad.
La rehabilitación cardíaca basada en ejercicio ha demostrado mejorar la capacidad funcional, medida a través del consumo máximo de oxígeno (VO2máx).
Un metaanálisis de 2023 [1] informó de un incremento medio de 3 ml/kg/min en el VO2máx después de programas de rehabilitación, lo que se traduce en una mejora del 14,5%.
Además, se ha visto que el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) puede ser eficaz en mejorar la capacidad aeróbica y la fuerza muscular en estas personas [2].
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Previene complicaciones postoperatorias
El ejercicio ayuda a prevenir complicaciones postoperatorias al mejorar la función cardiovascular y reducir la incidencia de eventos adversos.
La rehabilitación cardíaca estructurada se ha visto que es segura y efectiva en personas trasplantadas, reduciendo la gravedad de la disfunción del injerto y mejorando la función endotelial vascular.
Además, programas de prehabilitación han dado beneficios en la reducción de la fragilidad y la mejora de la capacidad funcional antes del trasplante, lo que puede llevar a una mejor recuperación postoperatoria.
Controla el peso y reduce factores de riesgo cardiovascular
El control del peso es importante en personas trasplantadas, ya que el aumento de peso postoperatorio puede aumentar el riesgo de complicaciones.
El ejercicio ayuda a mantener un peso adecuado y a reducir factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión y la dislipidemia.
Además, la actividad física puede reducir algunos efectos secundarios de la medicación inmunosupresora, como la resistencia a la insulina y el aumento de grasa corporal.
Mejora el bienestar emocional y mejora el estado de ánimo
El impacto psicológico de un trasplante cardíaco puede ser grande, generando ansiedad, depresión y estrés.
Hacer ejercicio físico ha demostrado mejorar el bienestar emocional y la calidad de vida en personas trasplantadas.
Un estudio citado anteriormente [2] destacó que el ejercicio ayuda a la mejora de la función pulmonar, la capacidad física y la reducción de síntomas de ansiedad y depresión en esta población.
¿Es seguro hacer ejercicio después de un trasplante de corazón?
El ejercicio físico después un trasplante cardíaco es una herramienta terapéutica para mejorar la recuperación, funcionalidad y calidad de vida de una persona.
Hay estudios respaldan la seguridad y eficacia del ejercicio en personas trasplantadas de corazón.
La rehabilitación cardíaca supervisada ha demostrado mejorar la capacidad funcional, reducir la presión arterial y disminuir los síntomas de ansiedad y depresión.
Se ha visto [3] que el ejercicio ayuda a controlar la presión arterial, reducir el estrés y mantener un peso adecuado.
También, el ejercicio ayuda a entrenar el nuevo corazón y reduce las posibilidades de sufrir hipertensión y diabetes.
Cuándo empezar a hacer ejercicio después de un trasplante cardiaco
El inicio del ejercicio después del trasplante debe ser gradual y supervisado.
La rehabilitación cardíaca se divide en varias fases:
- Fase 1: Empieza en el hospital poco después de la operación, enfocándose en ejercicios suaves y educación sobre el cuidado del corazón.
- Fase 2: Se hace en un entorno ambulatorio, con ejercicios supervisados y educación continua.
- Fase 3: Introduce ejercicios más independientes y autocontrol, en gimnasios o domicilio.
- Fase 4: Se busca mantener los cambios de estilo de vida que se introdujeron en la fase 3, continuar la rutina de ejercicios y controlar el estrés.
Es obligatorio que cada fase se adapte a la condición individual del paciente y que el progreso se monitorice para llevar una recuperación segura.
Contraindicaciones y precauciones del ejercicio en trasplante
El ejercicio físico después de un trasplante de corazón es beneficioso, pero debe hacerse con cuidado.
Durante la sesión de ejercicio es obligado observar cualquier síntoma que pueda indicar un problema cardiovascular o una respuesta no adecuada al esfuerzo, como son:
- Dolor en el pecho o sensación de opresión.
- Dificultad respiratoria no habitual.
- Mareos, aturdimiento o visión borrosa.
- Palpitaciones intensas o arritmias.
- Fatiga intensa no proporcional al esfuerzo.
- Sudoración fría o náuseas.
Si alguno de estos síntomas aparece, el ejercicio debe pararse en el momento y el cliente debe ser evaluado por un médico.
La monitorización periódica y la autoobservación por parte del cliente son necesarias para prevenir complicaciones.
Situaciones donde debe evitarse temporalmente el ejercicio en trasplantados
Hay algunas situaciones en las que el ejercicio debe pausarse de forma temporal en trasplantados de corazón, hasta que el cliente esté estabilizado, como, por ejemplo:
- Problemas recientes de rechazo agudo del trasplante.
- Infecciones o fiebre.
- Presión arterial muy alta o inestable.
- Alteraciones electrolíticas (como hipopotasemia o hiponatremia).
- Insuficiencia renal o hepática aguda asociada a la medicación.
- Hematomas o problemas musculares causados por medicamentos.
En estas situaciones, el ejercicio podría empeorar la situación o ralentizar la recuperación.
Efecto de la medicación inmunosupresora con el ejercicio
Las personas trasplantadas tienen que tomar medicación inmunosupresora durante toda la vida para evitar el rechazo del nuevo corazón.
Estos fármacos pueden generar efectos secundarios que afectan la respuesta al ejercicio, como por ejemplo:
- Debilidad muscular (sobre todo por el uso prolongado de corticosteroides).
- Osteopenia u osteoporosis.
- Mayor riesgo de infecciones.
- Hipertensión o dislipidemia inducida por inmunosupresores.
- Alteraciones metabólicas como diabetes post-trasplante.
Por eso, el entrenamiento debe adaptarse a las posibles limitaciones físicas y metabólicas del cliente.
Además, el sistema inmunológico está debilitado en estas personas, por lo que se debe evitar el ejercicio en ambientes poco adecuados, como gimnasios sin buena ventilación o contacto cercano con personas enfermas.
Advertencia para entrenadores personales y personas trasplantadas
Trabajar con una persona trasplantada de corazón requiere una formación específica en entrenamiento para poblaciones especiales y conocer a la perfección los límites profesionales.
Antes de empezar cualquier programa de ejercicio con este tipo de clientes, es obligado contar con el visto bueno del médico responsable del cliente, el cual debe estar informado del trabajo que realiza su paciente.
El entrenador personal no debe prescribir medicamentos, modificar tratamientos médicos ni tomar decisiones clínicas.
Su función es diseñar y dictar rutinas de ejercicio seguras, basadas en la información médica y dentro de sus competencias.
Cualquier señal de alarma o síntoma no adecuado durante las sesiones de entrenamiento, debe derivarse al profesional médico correspondiente.
Además, es necesario que el entrenador haya recibido formación específica en casos clínicos como trasplantes, para poder adaptar el ejercicio de forma segura y eficaz.
Por otra parte, una persona que ha recibido un trasplante de corazón, no debe empezar ningún programa de ejercicio físico por su cuenta.
Aunque el ejercicio puede ser muy beneficioso para la recuperación, debe realizarse siempre con el visto bueno de un médico y bajo la supervisión de un profesional cualificado, como un fisioterapeuta o entrenador especializado en poblaciones clínicas.
Tipo de ejercicio recomendado para trasplante cardíaco
El ejercicio físico es una herramienta válida en la rehabilitación de personas trasplantadas de corazón.
Hemos citado estudios que han demostrado que una combinación de ejercicios aeróbicos, de fuerza y de flexibilidad puede mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida de estos clientes.
De manera general, estos son los tipos de ejercicios recomendados a personas con trasplante de corazón:
Ejercicio aeróbico: andar, bicicleta estática, nadar
Los ejercicios aeróbicos de intensidad moderada, como andar, ir en bicicleta, la bici estática y nadar, son importantes para mejorar la resistencia cardiovascular y la función pulmonar en personas trasplantadas de corazón.
Estas actividades ayudan a fortalecer el músculo cardíaco y a mejorar la capacidad para bombear sangre de manera adecuada.
Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), la actividad física regular fortalece el corazón y mejora la función pulmonar, lo que es bueno para las personas trasplantadas.
Se recomienda empezar con sesiones de 15 a 30 minutos, 3 veces por semana, y aumentar poco a poco la duración y la frecuencia según la tolerancia del cliente.
Es importante que el programa de entrenamiento sea supervisado por médicos para garantizar la seguridad y eficacia de lo indicado.
Ejercicio de fuerza
El entrenamiento de fuerza es muy importante para frenar la pérdida de masa muscular y mejorar la funcionalidad en personas trasplantadas.
Se recomienda empezar con ejercicios de fuerza suavesa, utilizando bandas elásticas o pesas de poca carga, centrándose en grandes grupos musculares.
La Fundación Española del Corazón indica que una sesión por semana de entrenamiento de fuerza puede ser suficiente para empezar a tener beneficios, especialmente cuando se está al inicio de la recuperación.
Es importante evitar levantar cargas pesadas durante las primeras semanas tras la operación para evitar complicaciones como hernias.
Entrenamiento de flexibilidad y movilidad
Los ejercicios de flexibilidad y movilidad son adecuados para mantener la amplitud de movimiento y prevenir rigideces articulares.
Actividades como el yoga, el tai chi y los estiramientos controlados pueden ser buenos.
Estos ejercicios también ayudan a reducir el estrés y a mejorar el bienestar emocional, los cuales son importantes en la recuperación post-trasplante.
Se debería hacer sesiones de 10 a 15 minutos de ejercicios de flexibilidad al final de las rutinas de entrenamiento para ayudar a mejorar la movilidad general y a prevenir lesiones.
[1] Kelley GA, Kelley KS, Stauffer BL. Interindividual response variation to exercise-based cardiac rehabilitation on changes in cardiorespiratory fitness in heart transplant patients: A secondary meta-analysis of randomized controlled trials. JHLT Open. 2023 Dec 9;3:100033. doi: 10.1016/j.jhlto.2023.100033. PMID: 40145115; PMCID: PMC11935367.
[2] Nazir A. Exercise as a modality to improve heart transplantation-related functional impairments: An article review. World J Transplant. 2024 Sep 18;14(3):91637. doi: 10.5500/wjt.v14.i3.91637. PMID: 39295971; PMCID: PMC11317852.
[3] Yardley M, Gullestad L, Nytrøen K. Importance of physical capacity and the effects of exercise in heart transplant recipients. World J Transplant. 2018 Feb 24;8(1):1-12. doi: 10.5500/wjt.v8.i1.1. PMID: 29507857; PMCID: PMC5829450.